¿Cuál similitud existe entre la madurez y leer cuentos?
La respuesta es muy sencilla, es tu presente.
Puede leerse como algo confuso, por lo que te invito a continuar.
Hace un mes, me encontraba en un hospital en espera de una operación en la pierna (larga historia que no te gustaría escuchar). Parte de mi tiempo lo usaba para leer siendo que me considero un devorador de libros, lo que me llevo por curiosidad a leer cuentos de autores como Jorge Luis Borges, Antón Chéjov, y CS Lewis (el citado).
La magia de los cuentos me llevo a viajar en un espacio de tiempo, que consideraba como terrible, tal fue mi niñez, pero descubrí lo feliz que fue. Con la sinceridad en mi escribir, he descubierto como el perdón y la gracia ha inundado cada momento en mi vida.
Bueno, se preguntarán, ¿qué se puede aprender en un hospital?
El último libro que leí en el hospital fue “Cartas del diablo a su sobrino” de CS Lewis, que considero un libro tanto para personas creyentes como no, ya que sus enseñanzas son muy profundas, es perfecto para ser más conscientes. En una parte se relata un extracto poderoso:
“Él quiere, por tanto, creo yo, que atiendan principalmente a dos cosas: a la eternidad misma y a ese punto del tiempo que llaman el presente. Porque el presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad.” (Refiera a “Él” como Dios).
Este punto es muy poderoso, el sentido de conectarse verdaderamente con nuestro presente, nos conecta con nuestra eternidad, una eternidad que une cada fragmento de tiempo en nosotros para darnos aquella felicidad tan apreciada para el ser humano.
Este escrito talvez no sea el mejor, pero si el indicado. Te invito a conectarte verdaderamente con tu presente, no estimes una situación como negativa, mejor cambia el enfoque con el que estás viendo la situación.
Vuelve a conectarte contigo mismo, con aquello que te gusta, aquello que te inspira a mejorar, pero sobretodo espero de vos que dejes de ver con normalidad aquello que es mágico.
Querida o querido, que tal si trabajamos para volver a convertir lo ordinario en extraordinario, te aseguro que cambiará tu presente y a lo mejor ambos volveremos a leer cuentos.
Un abrazo al alma.
Daniel Rodriguez